Tener la seguridad frente al cobro del alquiler, es una de las primeras inquietudes entre los propietarios que toman la decisión de poner una propiedad en alquiler. La mayoría de los inquilinos cumplen con el lo pautado en su contrato y pagan a tiempo la cuota mensual de su arrendamiento. Pero, aparte, hay quienes, por el contrario, dejan de pagar y aunque hay una minoría de los que se aprovechan de las leyes que protegen el derecho a la vivienda para engañar a los arrendadores. Viéndose expuestos a impagos, subarriendos y desperfectos, trayendo esto como consecuencia la dificultad para personas serias y responsables de poder acceder a una vivienda digna.
En España es totalmente legal el uso de ficheros de inquilinos morosos. Esto significa que tanto los administradores de fincas, los propietarios de inmuebles de alquiler y los bancos pueden ingresar los datos de los inquilinos que hayan incumplido con sus obligaciones de pagos en una base de datos. Estos antecedentes se mantienen durante 5 años y se pueden compartir con otros arrendadores, lo que dificulta que los inquilinos morosos puedan acceder a otro alquiler o a algún préstamo que puedan solicitar en una entidad bancaria. Hemos de indicar que los inquilinos afectados por su falta de cumplimiento pueden solicitar que se borren los datos de morosidad, si ya han pagado la deuda contraída o si han resuelto el problema de otra manera (judicial).
¿COMO FUNCIONA EL BDMI?
La base de datos del Fichero de Inquilinos Morosos va obteniendo informes de las incidencias informadas de los profesionales inmobiliarios, Administradores de fincas, propietarios particulares y de sentencias judiciales. Este registro es el primero relativo a morosidad abierto tanto a empresas como a particulares. Así quedan protegidos contra potenciales morosos.
Inscribir a un inquilino moroso en el fichero aporta numerosas ventajas, tanto para el propietario, como profesionales y arrendadores. Al primero, la inclusión en el registro de morosidad, esto facilitará el proceso de desalojo, lo que hará que recupere su vivienda en el menor tiempo posible.
En cuanto a los profesionales, reportar el hecho hará que puedan conocer los antecedentes del inquilino moroso y así se evitará, en la medida de lo posible, que este vuelva a incurrir en este delito u ocasionar perjuicios en otros alquileres.
En esta base de datos se pueden consultar de manera fehaciente y segura a través de un informe definitivo en el cual se puede valorar a un futuro inquilino ya que solo contiene únicamente morosos en el ámbito inmobiliario.
Así si un candidato a arrendatario aparece en esta lista, es porque ha quedado como moroso en un anterior alquiler y aun no ha saldado esa deuda.
Por otro lado, los inquilinos pagadores pueden solicitar un certificado de solvencia donde demuestres que es un inquilino que se encarga con puntualidad de pagar sus cuotas de alquiler.
Con la nueva Ley de Alquiler, se pude añadir una clausula al contrato que indique claramente al inquilino contratante que, en caso de impago, sus datos podrán ser incorporados a un registro de morosos a nivel nacional accesible a todos los profesionales del sector inmobiliario.
Lo cierto es, que, si un candidato o futuro inquilino a l hora de formalizar el contrato no quiere firmarlo porque incluye esta cláusula antimorosidad, es clara señal de que, el arrendador debe tener muy en cuenta esta actitud antes de decidir si finalmente alquila su propiedad a esa persona.
Conclusión: esta base de datos es la manera más preventiva y eficaz frente a la morosidad en el alquiler ya que gracias al aporte de miles de profesionales y propietarios que hacen de ella la mayor herramienta de ayuda contra morosos del sector y como defensa frente ellos.